Refugios Temporales/ Arquitectas peruanas en China

Prototipo con bambú y cuerdas armado en la exposición.
Una exhibición de refugios temporales demuestra cómo la arquitectura contribuye a que las víctimas de un desastre que lo han perdido todo empiecen a recuperar su dignidad. A un año del devastador terremoto de Sichuán, que causó la muerte de por lo menos 69.000 personas, alrededor de 15 millones de damnificados han vivido en 640.000 refugios temporales en China. La muestra titulada “Crossing: Dialogues for Emergency Architecture” se inauguró el 12 de mayo en el Museo Nacional de Arte de China (Namoc). Los organizadores invitaron a 16 arquitectos de diferentes nacionalidades —entre ellos figura el equipo peruano leondelima— para que diseñen refugios temporales en casos de emergencias, como terremotos, huracanes o enfermedades epidémicas. El resultado ha sido 16 respuestas arquitectónicas ante las catástrofes, que han abierto el diálogo y la investigación sobre la arquitectura de emergencias, y un simposio internacional que aborda temas como prevención, auxilio inmediato, protección ambiental y reconstrucción.
UNA VILLA EN ORDOS
No ha sido la primera experiencia de leondelima en Beijing. Hace unos años, su fundadora, Alexia León Angell, fue la única peruana convocada para integrar el proyecto Ordos 100, donde a cada uno de los cien arquitectos seleccionados se le encargó diseñar una villa residencial en la exclusiva zona de Ordos, situada en la región autónoma china de Mongolia Interior.
“Pero ahora hemos vuelto a China, no con una casa, sino con un refugio temporal que nació como una respuesta arquitectónica al terremoto de Pisco”, sostiene la arquitecta que, junto con Tamy Noguchi, jefa del proyecto, representaron a leondelima en la exposición. Para León, Pisco, al igual que Lima, sigue siendo “una ciudad que existe en precariedad, más allá del desastre natural”. En este contexto, la respuesta debía ser un refugio seguro, práctico, económico, fácil de armar y que, además, se adecuara a las condiciones específicas de la zona. “En el caso de la costa peruana, nos inspiramos en la imagen de los castillos populares que se arman con bambú y nudos. Otro punto que tomamos en cuenta fue la teatina, componente de ventilación e iluminación natural”, explica la arquitecta. Para llegar al prototipo final que se construyó con bambú, clavos y unos amarres de fibra de yute, se probó con una serie de elementos en maqueta. “No solo para emplear menos elementos (que abarata costos), sino para que la construcción sea fácil y no se necesite un andamio”, manifiesta la jefa del proyecto.
CON BAMBÚ Y CÁÑAMO
En China, el prototipo fue armado por diez alumnos chinos de la Escuela de Arquitectura de la Academia Central de Bellas Artes en apenas tres días. Se utilizó una variedad de bambú y cáñamo en lugar de yute. Según León, “hay diferencias entre el prototipo que hicimos en Lima y el que se construyó en Beijing. El bambú es distinto, las cuerdas son otras, pero el concepto es el mismo. Lo importante es que se adapta a su realidad”.
Refugio temporal levantado en Pisco
Noguchi, que trabajó directamente con los voluntarios, asegura que fue un grupo creativo que hasta propuso cambios en el prototipo. “Solo tuve que enseñarles a hacer los nudos que aprendimos con la familia Yataco. Cuando entendieron la lógica, ellos mismos empezaron a hacer variaciones. Incluso inventaron una puerta que se eleva”, recuerda. Según las arquitectas peruanas, el prototipo es considerado refugio temporal, pero debido a las condiciones que existen en el Perú, puede ser permanente. “Es un espacio multiusos que tiene potencial para expandirse”, señala León. Para leondelima, “es importante que los arquitectos peruanos también se involucren en proyectos de ayuda social porque los ayudará a entender su propio contexto de forma más cercana y real”.
Muestra peruana cosecha elogios.
Entre los trabajos que se presentaron en la exhibición, los medios de comunicación de China destacaron con especial atención el prototipo del grupo leondelima, porque fue construido con bambú, un material que tiene un significado especial en este país. Una quinta parte del bambú en el mundo crece en China. Más de 300 variedades cubren una superficie total de 20.000 kilómetros cuadrados. El bambú no solo se emplea en la construcción, sino también en la decoración y hasta en la cocina. El ideograma chino zhu (bambú) aparece grabado en piezas de cerámica de la cultura neolítica Yangshao, de hace unos 6.000 años. Además de usar bambú como soporte, la prensa china elogió que “la estructura del prototipo peruano se ajustaba a la dirección del viento y al ángulo de los rayos solares con un techo abatible”. Estas características sintonizan con el feng shui, doctrina que ha vuelto a ser popular no solo en China, sino también en el extranjero, donde elementos como el viento y la luz tienen prioridad y dotan de vitalidad y armonía al espacio. A cargo de leondelima, el prototipo peruano contó con el auspicio del Patronato Markham y la colaboración de Eduardo Hirose (fotografía), Arturo Higa (diseño gráfico), entre muchos otros especialistas.

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